De las muchas historias que existen alrededor de la llegada del ferrocarril a Xalapa la que hoy te contamos es una de nuestras favoritas, es solo para conocedores y va con dedicación especial a uno que otro colega amante de la vida nocturna, para ponernos un poco en contexto corrían los tiempos en donde la estación de trenes ocupaba toda la periferia del hoy mercado de Los Sauces, eran las épocas de prosperidad y bonanza de la zona que bien muchos supieron aprovechar, doña Agripina Ramírez, mejor conocida como la “Tía Pina” fue una de ellas.
La cosa no fue fácil aunque mucho ayudo que la tía se iniciará en el negocio a sus 13 años de edad, eran las épocas de anafre, quinqués de petróleo, lona y una que otra mesita. El tiempo pasó y poco a poco el negocio se fue aclientando, cambiaron las lonas por una caseta, el anafre por una estufa y los quinqués por focos, después llegó la tele y hasta una un radio AM y FM.
La tía siempre presta pa atender y un poco despistada pa cobrar fue gozando de popularidad entre muchos que en las madrugadas llegábamos a buscar el apapacho antes de llegar a casa.
“Hay mi lucero, mira nada más como vienes”, seguido de un atole de arroz y de un taco en salsa de queso, unos de milanesa con frijoles y adobo, o el de costilla en chile seco, también de albóndigas, salsa de longaniza y de chicharrón, con gran maestría las tortillas eran calentadas en un comal quizá más antiguo que la misma caseta y que por supuesto pasaba más tiempo prendido que apagado, siempre de suéter, amable y amiguera es como quizá muchos la recordamos.
Doña Agripina Altamirano nació en Xalapa un 3 de noviembre de 1926, fue madre nada más de 20 hijos pero tía de muchos más, acostumbrada siempre al difícil horario nocturno, la tía pina a lo largo de toda su vida atendió a una muy variada clientela incluyendo artistas de la talla de Mario Moreno Cantinflas.
La Tía Pina falleció con 83 años de edad un 28 febrero del 2006 dejando en la memoria de muchos sabrosas y muy divertidas madrugadas.
El legado de una historia que suma un poco más de 100 años continúa, hoy el negocio es atendido por sus sobrinos, nuestros amigos Toño y Pinita, quienes ubicados en la esquina de siempre han logrado copiar un poco de la historia de nuestra querida y recordada Tía Pina.
Con taco en mano, igualito que en aquellas épocas, te invitamos a visitarlos pronto, tomarte fotos y correr la voz.
Provecho y saludos Xalapeños a todos!
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Mil gracias: